Los especialistas sostienen que cada vez es más difícil distinguir a los escritores reales de los generados por ChatGPT.
Los libros generados por inteligencia artificial están inundando el mercado de Amazon, una tendencia que dificulta distinguir a los autores reales de los artificiales y que podría llevar a que “la autoría humana de materiales en línea” se convierta en una “excepción”.
Así lo advierte una investigación recientemente publicada por el diario estadounidense Washington Post, que descubrió un listado de cientos de libros publicados a la venta en Amazon sobre temas especializados y con reseñas sospechosas de cinco estrellas que respaldan la operación, pero que no coinciden con ninguna autoría humana. Según se comprobó, en verdad fueron escritos con herramientas de inteligencia artificial.Informate más
Desde reseñas de productos hasta recetas de cocina, publicaciones en blogs y comunicados de prensa, el ChatGPT viene siendo utilizado para escribir todo tipo de textos publicados online.
La posibilidad de que el software creado por OpenAI se consolide en plataformas como Amazon siembra la duda sobre cómo se podrá distinguir cuándo hay un humano o no detrás de un texto.
“La autoría humana de los materiales en línea está camino a convertirse en la excepción en lugar de la norma”, advierte la investigación del Washington Post, titulada “Escribió un libro sobre un tema raro y horas después apareció una réplica de ChatGPT en Amazon”, en alusión al caso del ingeniero en software Chris Cowell, quien denunció que plagiaron su libro en tiempo récord.
Aunque Amazon añadió a su catálogo virtual de libros algunos que fueron escritos parcial o totalmente por ChatGPT, los especialistas sostienen que dificulta distinguir a los autores reales de las líneas generadas por IA de escritores que no existen.
Estos libros son escritos por algoritmos que pueden generar contenido coherente y legible. Sin embargo, no son el resultado de un proceso creativo humano y pueden carecer de la originalidad y la perspectiva única que aporta la autoría tradicional.
Fuente: Ámbito