Rusia cometió «otro acto de crueldad» al suspender este lunes los acuerdos del mar Negro que permitían la exportación de cereales ucranianos, ya que con ello dio «otro golpe a los más vulnerables del mundo», dijo hoy la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield.
La embajadora dijo que los acuerdos del mar Negro han traído estabilidad a los precios de los alimentos en un mundo donde 345 millones de personas viven altos niveles de inseguridad alimentaria, una cifra que ha crecido con «la brutal guerra contra Ucrania», dijo en unas breves declaraciones al entrar en el Consejo de Seguridad.
«Esto es lo que pasa cuando un país decide tomar a la humanidad entera como rehén», insistió, e instó a la comunidad internacional a obligar a Rusia a revertir si decisión, volver a las negociaciones y expandir el campo de aplicación de los acuerdos.
«Mientras Rusia se dedica a los juegos políticos, la gente de verdad sufre», resumió.
Con la mediación de Turquía y la ONU, Ucrania y Rusia acordaron hace un año una serie de medidas para garantizar la seguridad de los buques que llevan el grano ucraniano a los mercados internacionales, un pacto conocido como la «Iniciativa del Mar Negro» y que expiró este 17 de julio.
Rusia ha decidido suspenderlo con el argumento de que las sanciones que sufre debido a su agresión contra Ucrania impiden que se cumpla la parte del acuerdo que debe garantizar también las exportaciones de alimentos y fertilizantes rusos.
«En la práctica, los acuerdos del mar Negro expiraban hoy. Lamentablemente, la parte del acuerdo del mar Negro que se refiere a Rusia no se ha cumplido. Por ello, (el acuerdo) pierde su vigor», dijo hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Aseguró al mismo tiempo que «apenas se cumpla la parte rusa», su país «inmediatamente volverá a implementar este acuerdo».